Ella dijo:
– Si pusiera una uva junto a mi pezón, ¿qué morderías primero?
– ¿Cuál de los dos: el izquierdo o el derecho?
– ¿Importa?
– No, pero quiero saber.
– El izquierdo, pero sin corazón debajo, nene. No te hagas ilusiones
– Qué más da. Muerdo los tres: tu pezón, la uva, los dedos con que la sostienes. El jugo de uva moja tu pecho al morder la fruta y yo libo, sorbo, succiono, bebo de ti, cada vez con más ganas, ansioso, feliz, perdido. Manipulo con la lengua el trozo de cáscara que aún queda y lo rozo entusiasmado contra esa parte de tu piel enhiesta ahora. Te dirijo una mirada furtiva y me la devuelves divertida. Me guiñas el ojo derecho con malicia. Sé que te encanta ver lo que hago con tus niñas, y más cuando hay uvas ahí en medio. Un instante, puedo jurarlo, te amo por ese gesto, nada más que el tiempo necesario en que tú me has permitido amarte y perderte de nuevo, un tiempo más breve acaso de lo que habría yo deseado.
»Me llevo a la boca el cascarón de uva impregnado de saliva mía y alguna parte tuya, del sabor de tu pezón izquierdo, para darte un beso muy, pero que MUY tardado. Ahora te enteras de algo de ti que hace dos minutos no sabías. ¿A qué sabe tu pezón izquierdo cuando lo bañas con jugo de uva y de mis labios?»
–...
–...
– Ahora ya lo sabes.
– Ya. ¿Cogemos?
– Bueno.
18 comentarios:
Me prometió foto de pezón y uva. Esperemos que cumpla pa subirla. Yo espero que sí.
Si no, si resulta como en la dedicatoria de Miguel Hernández a El rayo que no cesa ("En cumplimiento de una promesa que habrás olvidado, como si fuera tuya"), pues ai que alguna se apunte, si le late.
Un texto ligero y desriptivo de ese diálogo fragmentario que sostuve, el Diablo y Ella saben cómo. Eso quería, no se manden.
ah que mi otálora... chingao, no fue precisamente sonriente que recibí el post mañanero. Una cruda infernal por haber tomado harto-dulce-cursi-helado y, eso sí, muy sabroso clericot. Ni pedo... Pero que barbaridad! cuánta cachondez! a ver si al rato tengo mejor cabeza pa hacerle un comment menos migrañoso. Beso.
Poeta y desaventurado y muy querido amigo:
este ultimo fragmento, =me ha recordado a varias lecturas cachondas y me ha recordado a otras...
Habría que dejar que las uvas fermentaran y la cosa se pondría mejor, aunque, claro, tardaría un chingo. Un vinito no me caería mal, por cierto, después de tanta pinche cerveza de ayer.
Pos de que se pondría mejor la cosa con un vinito, no me cabe duda... nomás que de aquí a que la uva en el pezón fermnenta seguro que la dama en cuestión se me va, y eso ni Dios lo mande, como decía mi abuela.
qué pasó pues socio? pa' eso se inventaron los atajos, las trampas fermentadas, empacadas y listas pa' usarse...
Hola Hermoso, me facina esto del pezon y la uva;
No sabes como desearia volver a repetir ese momento
*Te quiero*
Besos y mas besos miles y millones de besos!!!!
Dijo: te quiero al natural , sentada en esa mesa. Abrió el refrigerador y sacó un frasco con mermelada de ciruela, metió dos de sus dedos largos, llevó uno mis labios, los acarició, tocó mi lengua, sellándola entre el dulce y amargo, metió la otra mano en el frasco, con calma me llenó los muslos, cerca, tibio y helado contacto, dibujó caminos largos y los caminó sin prisa, inventó espirales, formó olas de mar púrpura entre los dedos de mis pies, las rodillas, la cicatriz…
“Me gusta el sabor de las ciruelas, me gusta su color y el jugo que se escurre por las comisuras con la primera mordida. Me gustas ciruela”… comenzó a morder entonces.
Uuaria anónima,
asumo que sé quién eres, y vaya que lo sé. Asumo también que ya todos saben quién eres.
Como sea, gracias muchas por los besos que me tocan. Me los llevo a casa para disfrutarlos con calmita.
Ciruelita,
una duda; no te ofendas: ¿de qué cicatriz hablamos?
Otálora: hablo de una cicatriz alargada, estrecha y muy sensible al contacto. Si describo dónde está ubicada probablemente te decepciones así que no lo haré. Yo no nombraría cicatriz a esa lindura que habita naturalmente entre mis piernas, seguramente utilizaría otro nombre. Cicatriz me remite a algo que hubo de ser doloroso y ella no lo ha sido nunca, no por sí sola. Nació abierta, fresca, espontánea... ¿Cómo podría yo llamarle cicatriz si nunca ha cicatrizado? Pero, como contigo ya no se sabe, mejor pregunto: ¿A eso te referías?
Ya otra cosa, no?
Negro,
Ora sí que ni modo... Ando más seco que el Sahara y todos los desiertos juntos en el cerebro de un político panista (y también de los otros, pos qué chingar). No he logrado escribir nada coherente. No se me ocurre nada. Nada pasa. Nada va. Nada, nada, nada, por todas partes nada. Y tampoco tengo ganas de nadar.
También sucede que no quería esta vez subir un post nostalgioso y mamón depresivo, aunque se trate de algo que de verdad me importa, qué necesidad tienen mis cuatro lectores de embarrarse de mi mierda. Y lo mismo valdría para textos anteriores que subí (mea culpa), pero pos ya ni modo.
Si sigo así para mañana, subiré al menos un poema viejito, que parece que es una solución no muy digna, pero sí al menos no tan güevona.
Ya me llevé el jalón de orejas que me recetaste, y pos ya ni modo. En fin, un abrazo.
Ah, y Ciruelita,
asté disculpe. Tiene usted toda la razón. Sólo que los órganos sexuales de ninguna especie me parecen precisamente muy estéticos, aunque por supuesto que sí muy pero que muy gozosos y gozables.
Abrazote también pa usted.
jajaja buen post y buenos comentarios, vendre...
Cuando quieras, Tammi.
¡Miau! Bienvenida otaloresca a la gata bloggera.
Espero verla pronto por este humilde basurero.
Otalora, este post esta algo exitante y mas que eso cachondo!
sera que la cojida fue mucho mejor?espero y des tu post sobre eso estare pendinte...
mi buen, ya otro post, no?
Usuario anónimo,
No, pos muy pronto no esperes post de la cogida... aunque tal vez alguna vez me anime.
Gracias por visitar.
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